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Instrucciones para subir una escalera

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.

Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Julio Cortázar de "Historias de Cronopios y de Famas",1962. Edición 1996 Alfaguara

5 comentarios

superdharma -

Em uno de los talleres literarios que hice aprovechamos que el profesor faltó un día y nos auto-mandamos como tarea hacer nuestras propias instrucciones para algo. Yo hice unas instrucciones basadas en un cuento de Cortázar. Un día de estos me animo y te las mando. (te gustará si te caen bien los gatos)

Inita -

Lo estamos esperando, pero de seguro lo colocaremos! :) Te adelanto que también estudia Comunicación Social

Caribe -

Galatea no tiene curriculum vitae?

El prìncipe Alberto -

Hola! Q bien les quedò!!! me engancharon!! ! Felicitaciones!!! Suerte!!!

multivak -

Oye! Que bueno esta Inita, veo que eres una coleccionadora de buenos retazos. Me recuerdas a las abuelas que hacen hermosas frasadas con retazos de telas variopintos. En verdad que me anoto a la clientela de este tu cultural tarantin blog. Besos y suerte a ti y a tu hermana con vuestro blog, que hasta donde entiendo es de las dos.